9 ago 2011
Noches ciclistas
La única manera que sé de despejar la mente es salir con la bici, y si es con buena compañia, mejor, así que ayer, después de estar por Tortosa un par de dias, y después de recibir la llamada de Toño, me vine para Lleida para salir una hora por la noche con la flaca, así que luces, casco y acción.
Todo bien, hasta que al entrar a Torres de Segre me trago un bache de la carretera y me cargo el tubular delantero, freno sin mas consecuencias y, mientras somos devorados por una manada de mosquitos asesinos, aprendo como se cambia un tubular en marcha, sin mas luz que la de las lucecitas del manillar.
Lo malo de después es la inseguridad que me transmitia la rueda delantera, puesto que no confiaba que llevase mucha pega, lo que he confirmado hoy al volver a cambiarlo, se salia sin esfuerzo apretando de lado.
Por el momento llevo cubierta delante y tubular detrás, así sigo teniendo recambio mientras decido que hacer, si intentar reparar el Sprinter o comprar uno nuevo.
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